Cómo evitar romper la cadena de frío en las cámaras frigoríficas es uno de los quebraderos de cabeza de todo empresario que trabaje en la industria alimentaria, donde se requiere un control exhaustivo de la temperatura. Esto es vital para que los productos no pierdan calidad, para mantener en óptimas condiciones la comida y para garantizar la seguridad de los consumidores, dado que algunos de los alimentos necesitan estar a cierta temperatura para que no se produzcan bacterias que provoquen enfermedades como la listeriosis.
Para evitar romper la cadena de frío es vital contar con una infraestructura adecuada, garantizando así la temperatura en el interior de la cámara pese a producirse un gran tráfico durante el proceso de carga y descarga. Entre los factores que pueden influir para que se produzca esta temida ruptura cabe destacar un mal mantenimiento preventivo en los equipos que los hagan funcionar incorrectamente; un aislamiento inadecuado, un corte eléctrico o dejarse las puertas abiertas demasiado tiempo.
¿Cómo detectar qué alimentos se han visto afectados tras romperse la cadena de frío?
Distinguir qué producto se ha visto afectado y cual no tras romperse la cadena de frío en tu almacén frigorífico puede resultar complejo. Sin embargo, hay algunas pistas que nos pueden ayudar a detectarlos:
- El estado del envase: si la caja de un producto congelado está golpeada, sucia o demasiado blanda, nos puede hacer desconfiar.
- El tiempo de descongelación: un producto bien congelado, por debajo de los -18 °C, es poco probable que se descongele por completo en 90 minutos.
- La formación de escarcha: un alimento bien congelado y cuya cadena de frío no se ha roto no tiene que tener escarcha ni sobre el propio alimento ni en el interior de la caja o de la bolsa (cuando sube la temperatura, el producto congelado pierde agua y, al congelarse de nuevo, el agua se transforma en escarcha). También es habitual que se formen bloques apelmazados.
Puertas frigoríficas Kavidoors para evitar romper la cadena de frío
En Kavidoors fabricamos hasta siete modelos de puertas frigoríficas que permiten minimizar la pérdida de frío en las cámaras y un gran ahorro energético.
Dependiendo de las necesidades, y con tal de garantizar las mejores cualidades funcionales, higiénicas y sanitarias, se podrá optar por instalar una puerta frigorífica corredera; pivotante; guillotina; rápida enrollable, rápida autorreparable, rápida de doble lona o de atmósfera controlada Kavidoors.
Dentro de las puertas frigoríficas correderas, te recomendamos la automática antes que la manual, dado que el proceso para acceder o salir de la nave es mucho más rápido y por ende la pérdida de temperatura es menor.
Invertir en un almacén eficiente dotado de las puertas frigoríficas adecuadas, es una buena solución y un gran ahorro a medio y largo plazo. Si quieres tener un control de la temperatura en tu nave para evitar que se rompa la cadena de frío en las cámaras frigoríficas, y no sabes qué puerta o puertas escoger, ponte en contacto con nosotros y nuestro comercial estudiará la mejor opción.