La puerta frigorífica corredera automática está diseñada para naves industriales donde el tránsito es alto y constantemente entra y sale maquinaria. En el post de hoy te traemos las ventajas y las prestaciones que ofrece este tipo de puertas.
Tanto si es manual, como si es automática, el aislamiento de la temperatura va a ser el mismo, dado que depende de la hoja de la puerta. Sin embargo, con la automática el proceso para acceder o salir de la nave es mucho más rápido y por ende la pérdida de temperatura es menor. En el caso de la puerta frigorífica corredera automática el operario cuando está llegando le ordena a través del mando su apertura, cuando este llega entra directo y puede ponerse directamente a trabajar, dado que se cierra sola. De no ser así, tendría que bajarse de la fenwich, abrir la puerta, volver a subir a la máquina, entrar, bajar y cerrar.
El tiempo que tarda hasta que empieza a cerrarse se puede programar, dependiendo de las necesidades de cada empresa. Cuenta con dos sistemas de seguridad, por una parte una banda de tope y por otro lado una fotocélula, la cual hace que la puerta se detenga cuando encuentra un obstáculo y evita así aprisionamientos.
Gracias a la fotocélula de paso, la puerta cada vez que alguien pasa se abre, por lo que se puede entrar y salir constantemente sin que llegue a cerrarse nunca, hasta que no se termine el tránsito.
Cabe destacar la eficiencia energética que tiene. Las puertas de 2×3 consumen como 10 bombillas de 60 W a pleno rendimiento, lo que supone un gasto inferior a 500 € al año.
En resumen, instalar una puerta frigorífica corredera automática, es sinónimo de comodidad, seguridad, productividad y ahorro energético. Todas las puertas, incluso las manuales, se pueden automatizar.
Si tras leer las ventajas y prestaciones de estas puertas estás interesado o tienes cualquier duda, contacta con nosotros y te atenderemos sin compromiso.