Las industrias productoras de alimentos como la cárnica, pesquera, láctea o bebidas, deben contar con proyectos de aislamiento excelentes. Seguridad alimentaria y ahorro energético pueden ir de la mano para proteger su activo más importante: la calidad de sus productos.
Los supermercados e hipermercados son los lugares donde los alimentos se distribuyen al cliente final: las familias. Por ello, las soluciones de aislamiento para las compañías de logística y la distribución deben ser de la máxima calidad.
Las industrias farmacéuticas y cosméticas deben asegurar su entorno para poder garantizar nuestra salud. Con nuestras puertas de aislamiento, hospitales y clínicas saben que incorporan la tecnología más innovadora a sus sofisticados protocolos de conservación y custodia de los medicamentos.